Con su exposición “Fuente”, Olga Titova, artista ucraniana, nos invita a un mundo en el que la naturaleza, el tiempo y la experiencia interior están inextricablemente entrelazados.

Sus obras llevan en sí el aliento de las estaciones: el suave despertar de la primavera, el resplandor del verano, el paso del otoño y la quietud del invierno. En este ciclo constante, reconoce reflejos de nuestra propia existencia: el crecimiento y la decadencia, el abandono y los nuevos comienzos.

Pero la "fuente" va más allá de los fenómenos naturales externos. Olga nos recuerda que las respuestas más profundas no residen en el exterior. La verdadera fuente brota de nuestro interior: invisible, silenciosa, pero llena de vitalidad. Nos invita a confiar en este flujo interior en lugar de intentar aferrarnos o controlar la vida.

Su arte se mueve en ese fino umbral entre el control y la entrega: entre lo que podemos moldear y lo que podemos dejar al ritmo de la vida.

Así, “Fuente” se convierte en una invitación a escuchar de nuevo la propia voz interior, como un murmullo silencioso que nos transporta y nos transforma al mismo tiempo.